Sahdoof en Egipto. Fuente imagen: C. Commons |
El huerto egipcio fue de los primeros en importancia en la civilización occidental. Llegaba a tal extremo la horticomanía del egipcio, que todo el mundo quería tener su pequeño paraíso vegetal, cultivando hortalizas, frutales, legumbres y flores. Acuciados por el calor abrasador, desarrollaron ingeniosos sistemas para el riego de sus huertas y sobre todo para controlar las crecidas del Nilo que lo anegaba todo a su paso y mantenía a la población en vilo. Para controlar esas crecidas, asi como su descenso, crearon un Departamento de Aguas, y con el un ingenioso sistema de pozos, comunicados con el río, colocando un nivel, semejantes a los que hoy día tienen nuestros ríos. Asi mismo, en las hondonadas del terreno, construyeron presas y lagos artificiales para usar esa agua después en tiempo de sequía. Pero ahí no quedaba todo, después de las inundaciones el cauce, o lecho fluvial, quedaba muy alto, en el caso del Nilo podia llegar a varios metros de altura y había que elevar el agua para extraerla, inventando maquinarias para ello; entre ellas, la más conocida, por estar representado en pinturas encontradas, era el sahdoof o sahduf, un palo largo sujeto en alto horizontalmente y movible, con un contrapeso en uno de los extremos y en el otro un cubo o cangilón donde llenándolo de agua, se hacia subir con dicho contrapeso gracias a la gravedad. Este método, seguramente sería el más primitivo. Tambien usaron la noria, entre otros métodos, por tracción animal; atrás quedaban los tiempos fatigosos, en que cogiendo en ánforas el agua embalsada, regaban sus jardines y huertos, teniendo en cuenta, el avance lento, y es constatable, de su tecnología.
La huerta egipcia era fértil y abundante, haciendo con dichos productos ofrendas a los dioses. Fuente de ambas imagenes: E. Salvat.
Estela de de la XI dinasta. donde se representan, entre otros, diversos alimentos vegetales. Composición: by el autor del blog.
La cebolla y el ajo en Egipto
Estela de de la XI dinasta. donde se representan, entre otros, diversos alimentos vegetales. Composición: by el autor del blog.
La cebolla y el ajo en Egipto
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Estas dos liliáceas, bien
merecen un capítulo aparte por la importancia que lo dieron los egipcios y
otras civilizaciones antiguas. Fue tanto su uso en Egipto, que se creyó que
eran originarias de allí, cuando está constatado que procedian de Asia. En
pleno éxodo, se lamentaba el pueblo hebreo, cansados de comer siempre lo mismo,
el maná, se ignora que tipo exacto de alimento era, de lo que habian comido en
Egipto durante su esclavitud, mencionando,
entre otros alimentos, los ajos y
las cebollas.
Escena de una ofrenda vegetal en una tumba en Tebas. E. Salvat. |
Los egipcios atribuyeron a la cebolla
cantidad de propiedades medicinales para muchas enfermedades, asi como de un
gran valor energético, como se interpreta y puede verse en antiguos papiros,
hasta casi divinizarla, y también como afrodisíaco, símbolo de la fertilidad,
como sería también la lechuga.
En cuanto al ajo, los egipcios solían
acompañarlo, en su alimentación, junto con la cebolla, y era como esta,
importantísimo como energía añadida al trabajo de los esclavos y de la
resistencia de los atletas en las Olimpiadas.
En casi todas las civilizaciones, del
mundo conocido, se conocía el ajo y sus virtudes diversas, pero también era
rechazado en otras por las religiones, considerándolo impuro y maligno; cosa
que no nos sorprende en dicho contexto, por las tantas veces, de mala
utilización de estas a lo largo de los siglos. Lo que si está claro, son los
beneficios que proporcionó y proporciona el ajo en casi todas las culturas.
La vid y los cereales en Egipto
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La frecuencia con que la siega de cereales y la
vendimia aparecen en las artes plásticas egipcias, indican la suma importancia
que tenían estos dos cultivos en Egipto. Los principales cereales eran: el
trigo, la cebada, la avena, y el sorgo en el Alto Egipto. Aunque todos los
cereales eran importantes, el trigo, y sus variedades, sería el cereal por
excelencia, como lo fue después para griegos y romanos. Su origen era
Mesopotamia y desde su aparición híbrida, el
cruce natural de dos especies,
primero en estado salvaje, fue una revolución en la agricultura.
Escenas de la siega del trigo y de la separación del grano |
La historia del trigo, va a la par de la
del pan, o viceversa, porque el pan se elaboraba según el cereal que se
cultivaba en dicha zona, como el pan de cebada o de centeno, por poner un
ejemplo, y en otras ocasiones por cereales más baratos, o la forma más común,
por la escasez de trigo, como lo sería, salvando las distancias y a lo que a
nosotros nos atañe, la guerra civil española, empleando los nacionalistas el
pan como arma arrojadiza para atraer a la población hambrienta y acosada.
Hubo una época, en que el pan te
distinguía socialmente en función al color del cereal que se empleaba en su
elaboración; en general había dos clases de pan, el negro y el blanco, uno de
centeno, o cereal de color similar, y el otro de trigo o de harinas refinadas.
Aunque al acabar la guerra, había tanta hambre, que era normal cambiar el oro y
las joyas por un chusco de pan negro, porque no había otra cosa. Recuerdo de
niño, en la postguerra, en San Sebastián, mi ciudad natal, que acechaba, junto
con la panda, a los turistas franceses que llegaban de la
Francia próxima
en autocares, para que nos dieran pan blanco “pan francés “ que traían,
ignorando que ese pan negro, que comíamos las masas más desfavorecidas, y
muchos no siempre, era más tosco y peor quizás al paladar, pero era más
nutritivo que el de
“harinas refinadas” que solo podía comprar la gente
pudiente.
Escena de la vendimia en Egipto |
Es imposible datar los orígenes del vino, por su expansión y a la dificultad de
analizar las trazas de los hallazgos encontrados, aunque algunos de estos
análisis evidenciaban la elaboración de vino. Se piensa, que su comienzo fue en
la zona del Cáucaso, entre Turquía, Armenia e Irán, cuando en yacimientos de
este último país, se hallaron trazas de tartratos, o ácido tartárico, ácido que
se encuentra en la uva. Después, esos conocimientos llegaron a Egipto, Grecia,
Roma hasta llegar al resto del mundo.
Como ocurría con el trigo, la uva inicial
fue silvestre, y hay numerosas evidencias arqueológicas de su existencia. En
estado nómada, como fueron los primeros tiempos del hombre, era imposible
cultivarla a gran escala, ya que para ser productiva se necesitan varios años,
o sea que, fue en el estado sedentario cuando pudo hacerlo, al mismo tiempo que
se transmutaba la planta, semejantes a las que conocemos hoy, todo eso, gracias
a la fácil adaptabilidad de la primigenia vitis vinífera syilvestris. Esa
adaptación, en las distintas zonas, sabia es la naturaleza, estaba supeditada
al medio ambiente donde se desarrollaba: clima, horas de luz, latitud, etc…el
resultado de todo eso y al esfuerzo de hombres mujeres para mejorar en lo
posible la calidad de ese vino, terminaría en un vino autóctono; hoy lo
llamamos de “Denominación de Origen” calidad otorgada por un Consejo Regulador,
no solo para protegerlo legalmente, sino también para incluirlo en la
historia del vino y de las gentes que lo
hicieron posible gracias a su trabajo
y esfuerzo.
Pisado de la uva. Fresco en la tumba de Nakth |
Como hemos dicho al principio, la vendimia aparecía con frecuencia en las artes
plásticas del Antiguo Egipto. Quince siglos a. C. se hallaron escenas de
vendimia, o hace 1500 años en tumbas egipcias, asi como ánforas con vino en las
tumbas de los faraones, recubiertas de brea en su interior y selladas, como la
pez en las botas de vino, casi en desuso, salvo en zonas rurales, ahora se usa
el latex. También vasos funerarios, 1301-1234
a . C. uno de ellos con un cartucho
de Ramsés II con fórmulas mágicas, para que le ayudasen en el tránsito al más
allá. Asi mismo, este faraón, hablaba del vino en los términos de “vergeles de
vino en los oasis del sur y del norte” y hablando de la extensión de sus
viñedos “ multiplicados en el Delta del Nilo por centenas de millar”.
Para los egipcios el dios del vino era
Osiris, como Dionisio para los griegos o Baco para los romanos. Consideraban
que tal exquisita bebida no la merecía la plebe, que solo la bebía en las
fiestas, y en las ceremonias en honor a Osiris; a cambio bebían shebdu, jugo de
granada fermentada o la cerveza dulzona de aquella época, empleando, aparte de
la cebada y el trigo, base de la cerveza, dátiles y otros ingredientes dulces,
o especias aromáticas; sin embargo en Nubia, región al sur de Egipto, ya
producían una cerveza amarga, semejante a la que conocemos hoy.
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