Introducción
Pero antes de seguir adelante, quiero enseñarles mi humilde "jardín".
Mi jardín
Mi jardín no es mi jardín, propiamente dicho, pero es mi jardín. No hay puerta ni verja de entrada, pero si un ventanuco para entrar en el. Mi jardín está en una especie de terraza que no es terraza, pues es tan pequeña que no merece ese nombre. Mi jardín, si así se le puede llamar, está en un 5º piso sobre los tejados, sobre un patio de vecinos del viejo Madrid y bajo su azul velazqueño. Mi jardín no es mi jardín, pero es mi jardín, junto a el vivo y muero, renazco con sus flores y muero cuando ellas mueren. Cualquiera puede tener "su jardín" aunque sea solo una humilde maceta.
Mi jardín no es mi jardín, pero es mi jardín.